UFA

La labor educativa del colegio  “Del Sagrado Corazón” desde su misión y visión está  orientada por la Pedagogía Ignaciana, instrumento universalmente reconocido, como fruto de la experiencia y la vivencia sobre educación, que se revalida en el tiempo.

El núcleo de esta propuesta educativa se centra en la Unidad de Formación Académica (UFA),  que desarrolla una educación  humanística y científica  a la luz de la fe y promoviendo valores, velando el desarrollo integral, equilibrado y armónico del estudiante en sus dimensiones: afectiva, ética, corporal, espiritual, cognitiva, estética, socio-política y comunitaria.

Responde a los cambios en la vida social, al dinamismo en el conocimiento y el avance tecnológico obligando a poner el acento en la investigación y el aprendizaje más que en la enseñanza. Para afrontar estos cambios urge  seleccionar los recursos y medios pedagógicos con sentido reflexivo crítico y creativo para satisfacer las necesidades emergentes y los desafíos de este tiempo,  aplicando “la innovación en la tradición” (mensaje Padre Superior  Arturo Sosa SJ. La Paz julio 2018).

La incorporación de la tecnología de la información y comunicación (TIC), como productores de conocimientos y aprendizajes, cambian las formas de pensar y de aprender, a partir de ello se exige una nueva epistemología de la inteligencia artificial.

Nuestra educación pretende que la experiencia sea la fuente de habilidades,   capacidades y destrezas que a su vez estimulen procesos complejos de  comprensión,  aplicación,  análisis,  síntesis y/o evaluación que lleven a la investigación – acción con clara función social y coherencia con los valores que buscamos promover con el objetivo de producir conocimientos que generen el vivir bien.

En este entendido el currículo es la vida misma, donde no pueden ni deben existir caminos paralelos ni dicotomías entre conocimiento y vida. Considerando los valores éticos y sociales del contexto, la Unidad de Formación Académica  proporciona:

  • Experiencias y vivencias adecuadas y eficaces para llegar a un conocimiento de sí mismo, aceptándose con sus cualidades  y limitaciones, el ejercicio responsable de su libertad, de amar, afrontar la vida con sus vicisitudes, alegrías y para valorarse como hijo de Dios.
  • Aceptación propia que lleva al aprecio, respeto y valoración de los otros, como hermanos, hijos de un mismo Padre, compañeros de un mismo camino (interculturalidad).
  • Formación integral del estudiante que ilumina y hace fecunda la relación con el mundo y el entorno del que es parte, en cuyo desarrollo está implícita la misión recibida de Dios (PESI).